Esta muestra, que se inaugura el jueves 30 de mayo, se centra en las personas que huyen de situaciones de emergencia hacia la región de Diffa. A través de las fotografías de Pau Coll, profesor de fotoperiodismo en el CFD (Centro de Fotografía Documental de Barcelona) y IEFC (Institut d’Estudis Fotografics de Catalunya) se muestra el lado más cotidiano de sus vidas, lo que tenían y ya no tienen, lo que les gustaría y por lo que desean seguir en esta vida, por ellos y por sus seres queridos, en un mundo que desean sea más digno de ser habitado.
Miedo, hambre, ausencia de futuro son algunas de las palabras que las personas a quienes encontramos en la región de Diffa, en el sureste de Níger nos cuentan cuando les preguntamos por qué están allí. Cada una tiene una historia no menos triste que la anterior, una vida truncada, una familia perdida y unas ilusiones amenazadas por un mismo motivo. Todas han huido de la barbarie que representa Boko Haram, el grupo terrorista originario del norte de Nigeria y causante de esta crisis humanitaria.
El éxodo a Diffa, zona fronteriza con Nigeria, comenzó en 2015 y desde entonces más de 300.000 personas intentan refugiarse en esta parte del Sahel. Un lugar donde si la disponibilidad de recursos era de por sí limitada, con la actual situación, no se encuentra agua ni alimento suficiente para todas las personas que allí se refugian, lo cual unido a la constante amenaza de los terroristas, ha provocado entrada de los actores humanitarios que tratan de dar una respuesta a esta crisis y una esperanza de futuro a quienes allí luchan por sobrevivir.
Asamblea de Cooperación Por la Paz/Bakerako Lankidetza Batzarrea, en colaboración con su socio local en Níger, la ONGD DIKO “Association por le secours des populations vulnérables”, interviene con un programa de acción humanitaria dirigido a atender las necesidades de la población refugiada y desplazada, especialmente de aquellas personas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Atienden a personas recién llegadas o que han sido atacadas, con kits de emergencia; implantan programas de atención a la nutrición asistiendo a niños/as en riesgo de malnutrición severa; facilitan el acceso de mujeres embarazadas a servicios de salud y bienes básicos para una maternidad y prestan especial apoyo a la infancia, personas con necesidades especiales y a mujeres supervivientes de las acciones violentas de Boko Haram.