La filosofía contemporánea convierte el cuerpo en uno de los temas nucleares. Las reflexiones sobre la corporalidad habían estado presentes a lo largo de la historia de filosofía, pero, en la medida en que era asociada con la materia y la sensibilidad que, a lo sumo, podrían subordinarse a las facultades consideradas superiores como el espíritu y la inteligencia, constituían más bien una preocupación marginal.
El “giro corporal”, que tiene lugar en el siglo XX, y el diálogo entre la filosofía y las otras disciplinas, reconoce la centralidad de la noción del cuerpo.
En el siglo XXI este interés se incrementa en todas las disciplinas filosóficas, que ponen de relieve distintas dimensiones de la corporalidad: la afectividad, la memoria y el lenguaje corporal así como los límites de la corporalidad, sus cambios y anomalías. Resulta necesaria, por tanto, una reflexión crítica en torno a este fenómeno complejo. Este curso de verano quiere ser un lugar actual-virtual (híbrido) para pensar filosóficamente el cuerpo que somos en sus relaciones con el cuerpo que tenemos, con el mundo y los otros. Parte de la paradójica experiencia de nuestro cuerpo como inmanencia que nos abre a toda trascendencia, pero que también puede sufrir interrupciones y regresiones. Analiza su relación con el tiempo y el espacio, que ya no pueden ser entendidos como fenómenos ajenos a la condición corporal. Analiza las experiencias del cuerpo a través de las distintas edades de la vida, de la enfermedad, del deseo, la literatura y, en general, de lo otro en el seno de lo que creíamos más propio. De este modo “vuelve al cuerpo” tal y como se nos da desde el horizonte de los retos actuales y como relación con los otros cuerpos en el mundo, la tecnología y la realidad virtual.