CV – 30-06-2025 – La raíz rota. Historias de vidas quebradas por la Guerra Civil y el franquismo

La Guerra Civil y la dictadura franquista que vino tras ella quebraron las posibilidades tejidas durante el proceso de modernización social que España vivió durante las tres primeras décadas del siglo XX y que germinaron en la democracia republicana. Mutiladas sus trayectorias vitales, eliminado todo atisbo de libertad y arrebatadas las esperanzas, las gentes comunes que sobrevivieron a la guerra tuvieron que abandonar su hogar, sufrieron encierro o destierro, o debieron reorientar sus vidas en un entorno hostil, acuciadas por el miedo y señaladas. Eran raíces rotas, como las de la novela en la que Arturo Barea imaginó su vuelta del exilio en los años 50.

La idea de este curso es recuperar las vidas de algunas de estas personas, mujeres y hombres que para sobrevivir debieron renunciar a ser quienes habían sido, que para poder seguir siendo como querían debieron abandonar el país, que se vieron arrancadas de su existencia, perseguidas y separadas de sus seres queridos o que no sobrevivieron. El curso forma parte del proyecto «La raíz rota. Historias de vidas quebradas por la Guerra Civil y el franquismo» (180-MD-2024), financiado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que tiene como objetivo contribuir a poner nombre y apellidos al sufrimiento y a la renuncia, y recuperar trayectorias de perfiles anónimos y de otros hoy olvidados, que son el cimiento de nuestra democracia.

CV – 02-07-2025 – La comunicación del cambio climático en España

En los últimos años se han hecho cada vez más patentes los efectos del cambio climático en España, con un incremento de los fenómenos meteorológicos extremos. Se trata de un cambio rápido de las condiciones climáticas que ya afecta a los ciclos biológicos de los seres vivos, la salud de las personas y a los ecosistemas, además de a diversos sectores productivos, como el sector primario o el de la energía. Por todo ello, es necesario concienciar a la población de qué supone el cambio climático para España, un país situado en una de las zonas más vulnerables a sus efectos de todo el planeta, por su posición geográfica. En este curso se analizarán todas estas cuestiones, y se abordará la problemática de su comunicación al gran público.

CV – 07-07-2025 – El poder de la educación emocional: bienestar personal y relaciones positivas

La formación y orientación en competencias emocionales es fundamental para aprender a generar estados emocionales positivos y, a la vez, gestionar otras emociones como ansiedad, desesperación, tristeza, apatía, etc. que surgen en momentos determinados, y que condicionan nuestra salud y bienestar. En este curso, a través de ponencias teóricas y talleres prácticos, se abordará la enseñanza de competencias emocionales y estrategias de regulación emocional aplicadas al ámbito personal.

CV – 09-07-2025 – Inteligencia Artificial Generativa: la última revolución

En el curso y en primer lugar, se repasará la historia de la inteligencia artificial, hasta la reciente irrupción de la IAG, para a continuación, abordar qué es y cómo funciona la IA Generativa y seguidamente revisar la legislación actual y los retos éticos que suponen el uso de la IAG. En las siguiente sesiones se muestran algunas de las herramientas existentes para la utilización de la IAG en sus diversas facetas: texto, imágenes, video, programación y agentes.Se finaliza con un repaso al impacto de la IAG en la ciberseguridad y en el día a día en las ciudades.

CV – 23-07-2025 – ¡Todos a la cárcel!: Casos abiertos y cerrados de la historia penal de Roma (y alguno de Grecia)

Si con la Muerte en los Talones estuvimos al borde de un ataque de nervios, en esta ocasión, vamos a terminar con TODOS A LA CARCEL. El objetivo de este curso es “desempolvar” antiguos casos criminales de la Historia Romana. Algunos para recordarlos y otros para intentar cerrarlos definitivamente. Aunque hayan pasado más de doscientas décadas, las víctimas de un delito merecen que sus casos, al menos, se intenten solucionar. Curiosamente, y a pesar del tiempo trascurrido, parece que en lo que respecta al crimen, parece que no hay pasado el tiempo.

CV – 14-07-2025 – Los intelectuales y la política en la España contemporánea

Intelectual es una voz que penetra en España al tiempo casi del affaire Dreyfus, el acontecimiento célebre de la condena, defensa y absolución de un capitán de ejército francés injustamente acusado de traición. En España es quizás Joan Maragall el primero en usarla, en 1895, en un contexto de carácter nacionalista: «no llegiré cap periòdic de Madrid[…]Aixó als intellectuals no els ha de costar res». La primera generación intelectual será la del 98, y su aparición tuvo menos que ver con el desastre colonial que con las luchas entre clericalismo y anticlericalismo, polémica acerba y renovada a partir del estreno de la «Electra» de Galdós. El 98 es la primera manifestación de una pretensión para ejercer una magistratura laica, en oposición a la que ejercía la iglesia.

Los intelectuales españoles, los del 98 primero (Azorín, Baroja, Maeztu, Unamuno, Machado), seguidos por la generación del 14 (Ortega, Pérez de Ayala, Marañón, Azaña) y la convencionalmente conocida como del 27 (Salinas, Guillén, Aleixandre, Espina, Bergamín, Corpus Barga), también denominada generación o promoción de la República por José Bergamín, uno de sus hombres más destacados, se concibieron como un grupo destinado a una misión: redimir a España de su incultura y atraso históricos. Tenían que ser educadores, guías y redentores de una patria casi moribunda. En una conferencia de 1910, Maeztu apeló a la responsabilidad difusa de los intelectuales como clase. Con ello quería dar a entender su obligación de dotar a la nación de aquello de lo que carecía: escuelas, jornales suficientes, métodos de organización y, ante todo, de un ideal. Un ideal colectivo, un proyecto común comprensivo de individuos y grupos. Un ideal que penetrase en los cerebros hispanos -esa será la tarea de las empresas políticas de Ortega, la Liga de Educación Política y la Agrupación al Servicio de la República- para hacer una nación fuerte y unida.

La edad dorada de los intelectuales coincidió en España con un régimen liberal y oligárquico, como el de la Restauración, y con una dictadura no totalitaria como la de Primo de Rivera. A estos grupos, a estos personajes, anteriores a la guerra civil, seguirán otros. El conflicto del 36-39 dividió a los intelectuales en algo más que dos bandos antagónicos. Hubo escritores que no se identificaron enteramente con los ideales contrapuestos de republicanos y nacionales, si bien la mayoría de los escritores, los más conocidos se colocaron del lado republicano y fueron luego obligados a un largo y trágico exilio. A partir de los años sesenta, con el tímido resurgir de la oposición al franquismo, aparecerían de nuevo los intelectuales en la escena pública a través de manifiestos varios. Quizás la más sonada de estas proclamas fue la que tomó por motivo las huelgas de Asturias y las vejaciones que sufrieron algunos mineros en 1962, firmada por hombres ya célebres -Menéndez Pidal, Aleixandre, Bergamín- y por gente nueva, llamada a la celebridad, como Aranguren o Alfonso Sastre. Decir intelectuales, por tanto, es decir relación con la política. Intelectual no solamente es una profesión sino una actitud, una vocación de intervenir en la esfera pública.

Los intelectuales, este es el objetivo por estudiar durante el curso, no se han presentado siempre con un solo rostro. Existe una tipología del intelectual. dentro incluso de cada agrupación generacional. que podríamos resumir en algunas FIGURAS PROFÉTICAS, con Miguel de Unamuno como principal emblema, entendiendo por tales aquellos que conciertan la política con la teología. El “gelehrte”, el SAVANT, con Ortega y Gasset o Américo Castro como representantes serían representativos de otra actitud, la que se asoma a la política desde la cátedra. El MORALISTA, lo que en Francia se entiende por «clerc», teniendo a la vista figuras como Giner de los Ríos, Aranguren o, en parte, José Bergamín es aquel que pretende erigirse en la conciencia crítica de un periodo histórico. El militante, el ESCRITOR ENGAGÉ, como Manuel Azaña o Luis Araquistáin en la preguerra o Alfonso Sastre y Juan Goytisolo durante el franquismo, fue una figura características en torno a los años sesenta, a la manera de Jean Paul Sartre. En la actualidad suele hablarse de la muerte de los intelectuales, del final de esta figura que ha caracterizado a todo un siglo (Le siècle des intellectuels es el título de un libro excelente de Michel Winock). Esa presunta muerte daría materia para un debate. Cierto que la alfabetización universal, el crecimiento de profesionales y especialistas con gran competencia cultural, la misión profética del “maître à penser” ha perdido fuerza. Probablemente fueran hombres como Aranguren, Sastre o Goytisolo los últimos intelectuales en el sentido clásico, gente que se describía como la “conciencia de la sociedad”, privilegiados intérpretes del destino de una colectividad, a veces en contacto con la trascendencia. Más que intelectuales, lo que estamos acostumbrados a ver son comunicadores, personas que adquieren influencia no tanto por su saber sino por su frecuente aparición de los medios de masas. Pero ello no quiere decir que la intervención en el debate público del intelectual, ahora en la figura del profesor o del profesional ilustrado, haya caducado.