Patriarcado, género, marginación y exclusión: formas de opresión y violencia contra la mujer. El tratamiento penitenciario: la reeducación y reinserción de las mujeres privadas de libertad en España. Dificultades y oportunidades.
ONGS, el defensor del Pueblo y las propias instituciones penitenciarias informan sobre el impacto y las consecuencias no deseadas por la ejecución de penas privativas de libertad sobre las mujeres legalmente encarceladas: ruptura abrupta de lazos familiares, perdida de trabajo, efectos sobre el auto concepto y la autoestima, aislamiento social, estigmatización, marginación e incluso exclusión social; consecuencias que ponen de manifiesto la pena privativa de libertad se puede vivir y afrontar como un conflicto, psicológico y social, entre la mujer privada de libertad y la sociedad que legalmente la priva.
En libertad, en todas las sociedades estudiadas, la convivencia entre hombres y mujeres no está menos libre de conflicto sobre cuales o cuales no son los comportamientos adecuados por razón de sexo o género. Conflicto que se ha venido resolviendo históricamente desde el dictado y desempeño de “roles de género masculinizados” y “roles de género feminizados”. El hombre tradicionalmente ocupa un espacio social amplio, de estatus y roles de poder elevados mientras que para la mujer se reserva un espacio, orientado al ámbito del apoyo y cuidado de los demás, más limitado, subordinado y de mayor vulnerabilidad que el de los hombres. Hombres y mujeres encerrados en una sociedad patriarcal.
Sociedad y prisión son parte del mismo sistema cultural, ideológico y, también, simbólico. Un centro penitenciario, como espacio institucional, social y de socialización es un escenario de convivencia ordenada en el que se refleja la misma cultura, ideología, estructura y simbología de la sociedad patriarcal donde se enmarca.
Las mujeres privadas de libertad son parte de una población penitenciaria muy reducida (alrededor de un 8/9 %) respecto a los hombres, presentan una tipología delictiva típica menos violenta que la de estos y una actitud reivindicativa baja por lo que el encarcelamiento fácilmente puede mantenerlas en las mismas condiciones de desigualdad y vulnerabilidad previa al ingreso en prisión.
El riesgo de mantener el mismo rol patriarcal de la mujer encarcelada durante la pena privativa de libertad y devolverla a la sociedad con igual estatus al que ha ingresado existe en la misma medida con la que el sistema penitenciario replique la cultura y la ideología, los roles y los conflictos, la estructura y la simbología discriminatoria de la sociedad.
La pena privativa de libertad del siglo XXI, orientada a la efectiva reeducación y reinserción social, integral e integradora, de la mujer privada de libertad, debe revertir aquellos esquemas de desigualdad estructurales para desarrollar auténticos espacios de convivencia igualitaria, reeducativos y resocializadores.
Desde esta perspectiva igualitaria, afrontar los compromisos de intervención, exige reducir el conflicto que supone el encarcelamiento para las mujeres privadas de libertad y para sus familiares; mejorar las condiciones culturales, materiales y organizativas de la prisión; utilizar los puentes entre en la vida en prisión y en libertad; promover las medidas alternativas no privativas de libertad y vincular la intervención a las necesidades y características individuales de la mujer para poder integrarla en la sociedad en las mejores condiciones posibles de dignidad, igualdad y libertad.
- Lugar: UNED Lugo
- Fecha y hora: Del 19 al 20 de octubre de 2023
- De 16:30 a 20:30 h.
- Evento difundido a través de la Plataforma AVIP que recibe el soporte técnico de INTECCA
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