CV – 18-07-2024 – ¿Verdad histórica o distorsión historiográfica? Un recorrido crítico por las fuentes de la Antigüedad

Tendemos a fiarnos de las fuentes literarias antiguas, sea porque suelen ser las principales ‒o las únicas‒ para reconstruir los acontecimientos del pasado, porque su antigüedad parece dotarlas de un carácter venerable, porque la habilidad literaria de sus autores hace que sus noticias resulten cautivadoras, o porque la aceptación crédula resulta ser la actitud que requiere un menor esfuerzo intelectual. Hasta tal punto es así, que una parte de la historiografía moderna no es más que una paráfrasis o interpretación amplificativa de muchas de esas mismas fuentes.

Sin embargo, más allá de la mirada ingenua que confía de modo indiscriminado en lo que cuentan los textos procedentes de la Antigüedad, la conciencia del historiador le exige adoptar una actitud de desconfianza que ponga en tela de juicio las tradiciones recibidas. La existencia de variantes textuales, las contradicciones y los datos intrínsecamente implausibles que los textos albergan, la información divergente proporcionada por el registro arqueológico, epigráfico o numismático, así como el descubrimiento de sesgos y tendencias ideológicas en los autores, son factores que inducen al escepticismo y a practicar una necesaria hermenéutica de la sospecha.

El presente curso de verano realizará un recorrido por diversas fuentes antiguas -escritas en griego, latín y hebreo en un arco temporal de un milenio- con el objeto de llevar a cabo la tarea esencial de discernir en ellas entre verdad y ficción. Se trata, en suma, de afrontar con mayor lucidez y sentido crítico la lectura de los historiadores de la Antigüedad.