CV – 18-09-2023 – Marginados y cultura popular en los bajos fondos de Roma

Tras el paisaje marmóreo de los templos y de los edificios públicos de Roma, existió una realidad caracterizada por las callejuelas y los altos edificios de viviendas, o insulae, donde se concentraba un populacho llegado a la ciudad en busca de oportunidades que intentaba sobrevivir con mayor o menor fortuna. Sin embargo, los autores clásicos no fueron muy minuciosos en descripciones sobre la vida real de la plebe, salvo cuando sus gentes pasaban del descontento a la violencia. Solo los aspectos más mezquinos y ruines de su conducta eran elementos recurrentes en la literatura satírica y la comedia. Por ello, la epigrafía, la numismática, la iconografía y la interpretación del registro material son herramientas decisivas para poder contrastar la imagen sesgada de unas fuentes escritas por y para los más pudientes de Roma. En consecuencia, se hace más que necesario valerse de esas fuentes para estudiar el modo de vida de esas gentes, sus pasiones más mundanas, más íntimas y menos lícitas, prestando especial atención a una dimensión poco estudiada por los historiadores: la Roma no oficial, la de los bajos fondos. Para ello hay que abordar con detalle aspectos como los tabúes sociales, la inseguridad y la criminalidad, los abusos de poder y la corrupción, los suburbios y los barrios conflictivos, la baja política, los disturbios, la vigilancia y el control policial, la represión y la seguridad privada, las tabernas, los lupanares y la prostitución, los comúnmente conocidos como marginados o invisibles –pobres, mujeres, libertos, esclavos, militares, prostitutas o bandidos–, los espectáculos, los juegos y las apuestas o el asociacionismo y la clandestinidad.