Eventos como los conflictos en Ucrania y Gaza, el crecimiento del peso geopolítico de China y la inestabilidad en Oriente Próximo y el Norte de África, así como en la región del Sahel han generado efectos transformadores tanto en el ámbito político como en el económico a nivel mundial. Además, el Mediterráneo está adquiriendo un papel cada vez más importante en los flujos comerciales transoceánicos, lo que no hace sino acrecentar el interés de las potencias foráneas por el Mediterráneo, con manifiestas intenciones de instalarse de una manera u otra como potencias residentes. De esta forma, los conflictos que asolan la región mediterránea conforman una representación de las principales cuestiones a las que debe enfrentarse la comunidad internacional, al tiempo que las grandes divergencias demográficas y económicas entre las dos riberas y un número creciente de conflictos sociopolíticos y militares están creando una serie de dinámicas que pueden poner en peligro la seguridad y la prosperidad de los habitantes de la cuenca mediterránea.
En este contexto y en la coyuntura actual, se advierte un consenso generalizado acerca de la aparición de cambios geopolíticos de gran trascendencia en el orden internacional. Estos acontecimientos han convertido al Mediterráneo en una de las zonas especialmente afectadas, otorgándole un papel cada vez más importante en las tensiones y juegos geoestratégicos y políticos. Teniendo esto en cuenta, el presente curso de verano ofrecerá una perspectiva de análisis multidisciplinar de los diversos riesgos y amenazas que inciden en el Mediterráneo. Se abordarán aspectos que van desde la seguridad y la estabilidad política hasta las implicaciones económicas y sociales, con el fin de comprender de manera integral los desafíos que enfrenta esta región en la actualidad.