02-03-2022 – Aspectos estratégicos, jurídicos y políticos de la enésima crisis entre Rusia y Ucrania

La creciente tensión entre Rusia y Ucrania, con una importante concentración de tropas rusas en la frontera de este país y agónicos intentos de diversos Estados y Organizaciones Internacionales de llegar a un acuerdo diplomático que evite un posible conflicto armado, de consecuencia imprevisibles, es analizado en este Curso desde tres aproximaciones diferentes que pueden contribuir a profundizar conocimientos y a aclarar una situación que genera preocupación y un debate intenso que en ocasiones adolece de un desconocimiento profundo de la situación.

El papel de los diversos Estados implicados, la canalización de iniciativas a través de la Unión Europea, a punto de aprobar su Strategic Compass, y de la Alianza Atlántica, que se reunirá en la Cumbre en suelo español en pocos meses, debe de ser analizado con rigor y este Curso ofrece la oportunidad de profundizar en los aspectos estratégicos, jurídicos y políticos del conflicto.

  • Lugar: UNED Tudela
  • Fecha y hora: Del 2 al 3 de marzo de 2022. Miércoles de 16:30 a 20:00 y jueves de 9:30 a 19:45h.
  • Evento difundido a través de la Plataforma AVIP que recibe el soporte técnico de INTECCA
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26-10-2021 – El aprovechamiento chino del compromiso occidental con Afganistán y la explotación posterior de su retirada: lecciones aprendidas

El aprovechamiento chino del compromiso occidental con Afganistán y la explotación posterior de su retirada: lecciones aprendidas.

  • Lugar: UNED Guadalajara
  • Fecha y hora: 26 de octubre de 2021. De 19:00 a 20:30 h.
  • Este evento es difundido a través de la Plataforma AVIP y recibe el soporte técnico de INTECCA
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27-09-2021 – El escenario post-COVID y la oportunidad para una nueva economía

La pandemia del COVID-19 no ha hecho más que poner de manifiesto la importancia de los servicios esenciales (sanidad, cuidados, educación, vivienda digna…) que han sido descuidados y boicoteados durante la última década y nos ha hecho ver que vivimos en un sistema que está en guerra con la vida. Aunque durante este año se ha hablado mucho sobre la necesidad de cambiar el foco y de poner en valor lo verdaderamente importante, un año después de la irrupción de la pandemia, el paradigma del crecimiento económico sigue siendo la receta estrella, aun sabiendo que nos impide actuar contra la propia pandemia y contra el cambio climático.

Así pues, debemos preguntarnos si la «nueva normalidad» será business as usual o una oportunidad para empezar a cambiar, en serio, el paradigma de nuestra civilización: otra economía es necesaria y posible, una economía que ponga en el centro el planeta y a las personas, para alcanzar una vida digna de ser vivida. Es por ello, que en esta edición del curso de verano hablaremos sobre el escenario post-COVID y la oportunidad para una nueva economía.

En el curso se reflexionará sobre la pandemia, la ecología y la economía y sobre las implicaciones de la pandemia sobre la crisis de cuidados. Además, intentará atisbar qué está pasando y qué puede pasar en el futuro próximo en nuestra sociedad global, radiografiando algunas de las principales transformaciones que se están produciendo en el seno del capitalismo y de las grandes empresas que lo protagonizan y analizará el papel del Estado y la orientación de las políticas públicas en el contexto actual.

En este contexto, además, el curso no podía olvidarse de la situación de la deuda y de la nueva “ola de deuda” que va a llegar y que, tal y como afirma el Banco Mundial, es “mayor, más rápida y amplia que las anteriores” y amenaza con convertirse en tsunami arrasando con los derechos humanos en numerosos países. Para finalizar, tratará el tema de los billonarios fondos europeos conocidos como Fondos Next Generation, de las luces y sombras de los mismos y cómo deben aplicarse para que sea posible transformar nuestra economía con el fin de que sea más verde, inclusiva, justa y resiliente.

  • Lugar: Centro Asociado de Tudela
  • Fecha y hora: Del 27 al 28 de septiembre de 2021. De 9:00 a 18:00h.
  • Este evento es difundido a través de la Plataforma AVIP y recibe el soporte técnico de INTECCA
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CV – 07-07-2021 – EEUU y Roma. Dos realidades políticas. Sus luces y sombras

Dos realidades políticas apasionantes. Sus orígenes y evolución. La democracia, marca de su esencia. Una República –la romana- sin Constitución y otra –la americana- con una Constitución de 234 años. Influencia romana en los “Padres fundadores”. Democracia directa y democracia representativa. El equilibro de los poderes en Roma y los checks and balances en América. La elección del Cónsul y del Presidente de los EEUU. “Nosotros el Pueblo” y la Asamblea comicial. El Senado en ambas repúblicas. George Washington y Marco Porcio Catón. El ius en Roma y el Derecho en América. Los cénit de ambos regímenes. Los populismos, perversión de la política romana y americana. El abuso del poder. La inmigración en Roma y en América. El poder político y poder militar de ambos imperios.

CV – 14-07-2021 – Las crisis políticas en la España contemporánea

Todos los indicadores disponibles en el ámbito de las ciencias sociales apuntan a que la sociedad española se aproxima a una más de sus crisis existenciales. A diferencia de otras naciones occidentales dotadas de una mayor estabilidad y de un curso histórico más lineal, España se caracteriza por crisis cíclicas que convulsionan su funcionamiento institucional y la abocan a una redefinición periódica de su propia identidad.

A lo largo de este repaso, nos vamos a detener en los hitos más significativos que jalonan el último siglo largo que va de la crisis del 98 a la pandemia de 2020. La historia comienza con la primera crisis de la restauración borbónica, en 1898, fruto de una derrota militar que llevó a la pérdida de las últimas colonias; seguida entre 1917 y 1923 de un ciclo de protestas e inestabilidad política, sin que las élites fueran capaces de actualizar la fórmula canovista, abriéndose hacia un esquema político democrático.

Ello nos lleva, después de un largo episodio dictatorial, a la crisis de los años treinta, en un contexto internacional de máxima confrontación ideológica y geopolítica. La fórmula constitucional empleada entonces no reunía las suficientes garantías de consenso ni de diseño institucional como para conjurar la dinámica de polarización desatada en la década de los treinta, de manera que el golpe de Estado del año 36 y la consiguiente guerra civil condenaron al país a la pesadilla del nacional-catolicismo y el aislamiento internacional.

Con estas premisas, cabe decir que la única crisis existencial de la que España salió fortalecida fue la crisis de los años setenta del pasado siglo, por cuanto fue el único momento en que las elites políticas fueron capaces de acordar no solo un marco constitucional de amplio consenso sino también un proyecto de estabilidad y crecimiento: la integración europea. Nunca España brilló tanto como en las décadas que van de la muerte de Franco a 2010, por cuanto parecía cumplirse el viejo sueño orteguiano: Europa como solución al problema español. No es casualidad, desde este punto de vista, que los primeros síntomas de disfuncionalidad del llamado régimen del 78 fueran simultáneos a la crisis de la eurozona, como tampoco lo es que la manera como se resuelva la crisis de la pandemia en España dependa, más que nunca, de la manera como Europa resuelva su propia crisis existencial ante la amenaza del populismo.

Pues lo que ha puesto de manifiesto la crisis institucional devenida tras la Gran Recesión es que las elites políticas españolas ya no son capaces por sí mismas de encontrar solución a los problemas nacionales: primero fracasó el bipartidismo a la hora de acordar una salida a la crisis económica y, a continuación, fracasó la ‘nueva política’ en su intento de regenerar las instituciones, toda vez que en lugar de facilitar un nuevo consenso regenerador, apelando a la transversalidad ideológica, exacerbaron la polarización que el bipartidismo había puesto en marcha. Para completar el cuadro, las elites periféricas optaron por aprovechar la coyuntura de doble crisis económica e institucional mediante el recurso a la fórmula separatista, eludiendo de esta manera cualquier responsabilidad en la gestión de la crisis. Así las cosas, España depende, por lo pronto, de que Europa aprenda la lección de la pasada crisis del euro, pero depende, sobre todo, de que las elites nacionales no pongan dificultades a la intervención europea, más allá de las limitaciones e impedimentos que la propia Europa está poniéndose a sí misma.

Conviene tener en cuenta, en este punto, que en 2021 España va a alcanzar niveles de paro similares a los que alcanzó en 2012, pero difíciles de soportar con el actual nivel de déficit de la Seguridad Social. Pues a diferencia de 2012, cuando el sistema estaba protegido por un Fondo de Reserva de más de 60.000 millones, no cabe descartar que la financiación de los ERTE lleve al sistema a una situación de máximo estrés. Si ahora mismo es difícil anticipar el escenario económico resultante, más difícil resulta imaginar sus consecuencias sociales. Lo que sí podemos adelantar es el nivel de confrontación política y de ruido mediático que inevitablemente va a llevar asociado, fácilmente previsible a la vista de lo ocurrido en el último lustro. Esperemos que esta vez la crisis existencial que se avecina no vaya acompañada de una crisis en paralelo a nivel europeo.

Las crisis existenciales se producen por acumulación explosiva de crisis parciales o sectoriales. Desde esta perspectiva, la crisis de los años treinta es paradigmática: nada menos que tres grandes cuestiones confluyeron en ese momento de forma crítica: la cuestión social (señaladamente la reforma agraria), la cuestión territorial (la discusión de los estatutos) y la cuestión religiosa (¿había dejado España de ser católica?), cada una de las cuales tenía capacidad por sí misma para generar la suficiente conflictividad social y política como para poner a prueba la capacidad de respuesta del sistema político. Ahora bien, si a ello añadimos la cuestión militar, producto de un ejército sobredimensionado y de una fuerte tradición pretoriana, ya tenemos el cóctel completo.

En la pasada crisis, hemos tenido otro ejemplo aleccionador de cómo funciona el proceso de acumulación: todo empieza con el estallido de la burbuja inmobiliaria, a consecuencia de la burbuja crediticia desencadenada por la unión monetaria. En un primer momento, la crisis financiera se convierte en crisis de deuda soberana, toda vez que los gobiernos se ven impelidos a acudir en socorro de los bancos. A continuación, la crisis de deuda se convierte en crisis social, bajo el imperativo de austeridad emanado de Bruselas y los recortes consiguientes.

En paralelo, se produce el efecto combinado de la incompetencia de los partidos para gestionar la crisis y la proliferación de los escándalos de corrupción, todo lo cual convierte a la clase política en parte del problema y no de la solución. De ahí a la crisis institucional solo hay un paso: es el que dan los partidos embarcados en proyectos rupturistas y, en particular, los independentistas, en su aprovechamiento oportunista de la acumulación de problemas. Así es como se prepara la receta para una crisis existencial. Por si faltaba algo, la jefatura del Estado ha pasado a formar parte del debate político, a raíz de las aventuras extraconyugales del rey emérito, con lo que ya ninguna instancia institucional, incluida la forma de Estado, queda al margen de la crisis. Todo un desafío para la reflexión histórica y sociológica.