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En este curso se analizará y se profundizará en todos los aspectos funcionales, estructurales del maltrato a los animales, describiendo los diferentes tipos de violencia que suelen padecer, para tratar de forma teórica y práctica como prevenirla como seres que sienten y necesitan cuidado, protección y bienestar, detectando a su vez casos, que pueden presentarse en forma de abandono, falta de alimentación, de higiene, agresiones, zoofilia, ataduras o envenenamiento, explicando de forma pormenorizada el artículo 337 del Código Penal y la nueva Ley de Protección, Derechos y Bienestar Animal del 2023.
En definitiva, un curso que va a describir los tipos de maltrato a los animales domésticos y silvestres, que tratará el marco jurídico que protege, sanciona y condena las conductas maltratantes y presentará aquellas estrategias sociales y comunitarias que promueven el bienestar y la protección animal.
Para poder asistir con un perro al seminario en los días estipulados para ello se deberá pasar un cuestionario facilitado el primer día del curso y valorarlo según el carácter del animal.
«En mis años de experiencia tratando con animales no humanos, tanto porque necesiten apoyo terapéutico o no, siempre he visto patrones comunes en las personas que convivían con ellos. Con ellos somos nosotros mismos porque ellos no nos juzgan, y sentimos que no necesitamos nuestras máscaras de protección. Nuestro ego se afloja y, empezamos a relacionarnos y dar respuestas desde nuestras heridas o nuestras maestrías, de ahí que el contacto con otras especies sea un camino de autoconocimiento y los convierta a ellos en nuestros maestros. Así que empecé a mirarme a mí misma, que era el ser más cercano que tenía a disposición 24 horas y, que además convivía con grandes maestros no humanos, mamíferos y ovíparos, herbívoros, carnívoros y omnívoros. Todos ellos conviviendo en el mismo espacio y bajo las mismas influencias ambientales, lo que resultaba de lo más enriquecedor poder percibir la vida desde tantos puntos de vista y, completaba el cuadro el hecho de poder, además, observar vidas en estado que llamamos salvaje, pues tengo la suerte de vivir en el rural gallego y aún quedan reductos naturales, que, aunque invadidos por el hombre, permiten que los bosques autóctonos permanezcan y, por tanto, sentir el ecosistema natural vivo. Con todo ello, me di cuenta de que proyectaba mis miedos en algunos, mis creencias sobre cómo debían comportarse unos y otros y me daba cuenta de que se podían despertar mis heridas ancestrales según los comportamientos que me dieran y la situación en la que se dieran. Ello conducía a respuestas en unos y otros que amplificaban o bloqueaban determinadas situaciones. Por ejemplo, si me ofendía una respuesta de enfado por parte de alguno de mis perros y yo respondía desde ese punto con ira me daba cuenta de que en ocasiones mi ira amplificaba la reacción de ira enfrente. Otras veces veía que amplificaba la respuesta de miedo y todo ello también estaba aderezado, por supuesto, con las experiencias anteriores de los animales con los que me relacionaba y las mías. Así que todos estábamos reaccionando desde las memorias, pero no desde ese instante que era nuevo y que no había sido vivenciado con anterioridad. Me diréis que si ya convives con alguien ya sabes qué situaciones nos van a llevar a otras que nos puedan hacer sentir cómodos o incómodos. Así que la pregunta es ¿cómo modelamos y moldeamos, ¿cómo nos moldean y modelan, como generamos relaciones con patrones constantes y, sobre todo, para qué? ¿Por qué y para qué llegan a nuestra vida individuos con determinadas cargas experienciales o determinadas tendencias? ¿Soy yo parte de eso también? Y la respuesta, para mí es ¡sí!, claro que somos parte activa de lo que sucede, en conjunto con lo que ya está, así que, nuestro trabajo es darnos cuenta de que sumamos y restamos, que se activa en nosotros para entender que se activa enfrente y poder apoyar con herramientas de sanación que integren las partes viéndolo como un todo. Ese es el reto tanto si somos parte de una familia multiespecie como si somos educadores y terapeutas que acompañamos en estos procesos» .
Para poder asistir con un perro al seminario en los días estipulados para ello se deberá pasar un cuestionario facilitado el primer día del curso y valorarlo según el carácter del animal.
«En mis años de experiencia tratando con animales no humanos, tanto porque necesiten apoyo terapéutico o no, siempre he visto patrones comunes en las personas que convivían con ellos. Con ellos somos nosotros mismos porque ellos no nos juzgan, y sentimos que no necesitamos nuestras máscaras de protección. Nuestro ego se afloja y, empezamos a relacionarnos y dar respuestas desde nuestras heridas o nuestras maestrías, de ahí que el contacto con otras especies sea un camino de autoconocimiento y los convierta a ellos en nuestros maestros. Así que empecé a mirarme a mí misma, que era el ser más cercano que tenía a disposición 24 horas y, que además convivía con grandes maestros no humanos, mamíferos y ovíparos, herbívoros, carnívoros y omnívoros. Todos ellos conviviendo en el mismo espacio y bajo las mismas influencias ambientales, lo que resultaba de lo más enriquecedor poder percibir la vida desde tantos puntos de vista y, completaba el cuadro el hecho de poder, además, observar vidas en estado que llamamos salvaje, pues tengo la suerte de vivir en el rural gallego y aún quedan reductos naturales, que, aunque invadidos por el hombre, permiten que los bosques autóctonos permanezcan y, por tanto, sentir el ecosistema natural vivo. Con todo ello, me di cuenta de que proyectaba mis miedos en algunos, mis creencias sobre cómo debían comportarse unos y otros y me daba cuenta de que se podían despertar mis heridas ancestrales según los comportamientos que me dieran y la situación en la que se dieran. Ello conducía a respuestas en unos y otros que amplificaban o bloqueaban determinadas situaciones. Por ejemplo, si me ofendía una respuesta de enfado por parte de alguno de mis perros y yo respondía desde ese punto con ira me daba cuenta de que en ocasiones mi ira amplificaba la reacción de ira enfrente. Otras veces veía que amplificaba la respuesta de miedo y todo ello también estaba aderezado, por supuesto, con las experiencias anteriores de los animales con los que me relacionaba y las mías. Así que todos estábamos reaccionando desde las memorias, pero no desde ese instante que era nuevo y que no había sido vivenciado con anterioridad. Me diréis que si ya convives con alguien ya sabes qué situaciones nos van a llevar a otras que nos puedan hacer sentir cómodos o incómodos. Así que la pregunta es ¿cómo modelamos y moldeamos, ¿cómo nos moldean y modelan, como generamos relaciones con patrones constantes y, sobre todo, para qué? ¿Por qué y para qué llegan a nuestra vida individuos con determinadas cargas experienciales o determinadas tendencias? ¿Soy yo parte de eso también? Y la respuesta, para mí es ¡sí!, claro que somos parte activa de lo que sucede, en conjunto con lo que ya está, así que, nuestro trabajo es darnos cuenta de que sumamos y restamos, que se activa en nosotros para entender que se activa enfrente y poder apoyar con herramientas de sanación que integren las partes viéndolo como un todo. Ese es el reto tanto si somos parte de una familia multiespecie como si somos educadores y terapeutas que acompañamos en estos procesos» .
Se corresponde con contenidos formativos del certificado de profesionalidad sead0412: adiestramiento de base y educación canina.
Se dan a conocer cuidados higiénico-sanitarios básicos aplicados a perros; así como conceptos básicos de estimulación en el cachorro y aplicación de primeros auxilios en urgencias toxicológicas, digestivas y parada cardiorrespiratoria.