La Historia ha sido modificada en muchas ocasiones por hechos puntuales o por grandes acontecimientos. Algunas de estas vicisitudes han nacido de la violencia y otras de situaciones anómalas o inesperadas que dieron amplios giros al curso de la Historia.

En nuestros días hemos acomodado nuestro entendimiento de la Historia y sus cambios al aparente periodo de paz que vivimos desde la última guerra mundial. Por más que nos preocupen, pudiera parecer que las guerras locales que salpican el orbe no han de mudar el desarrollo de los acontecimientos a nivel general. Pero, al contrario, todos y cada uno de ellos, va modificando lenta o rápidamente todo aquello que habrá de ser el futuro, como lo fueron los hechos del pasado. Un regicidio en país ignoto, una batalla en una región perdida, el descubrimiento de un territorio inexplorado, la muerte de un heredero o una revolución lejana, sirvieron para mudar el devenir de la Historia común.