12-02-2025 – Hitos de Tudela: aciertos y fracasos

La ciudad es el resultado del proyecto de lo común a lo largo del tiempo; es, en esencia, la historia de la convivencia de sus habitantes. Los límites de sus consecuencias están intrínsecamente ligados al espacio que habitan. El tiempo, como cuarta dimensión, nos proporciona un contexto fundamental para entender estas circunstancias.

A semejanza de las nubes que se desplazan sobre nosotros, están en constante transformación, al igual que el entorno urbano: las ciudades nacen, crecen, se desarrollan, mueren y, en ocasiones, resucitan para iniciar un nuevo ciclo.

Asimismo, término «hito» puede definirse de varias maneras:

– Como una señal permanente que marca distancias o direcciones.

– Como una persona o un acontecimiento clave en un contexto específico.

– Como edificios, estructuras, objetos o personas reconocidas que juegan un papel importante en la historia de la ciudad.

Hitos en las ciudades: el caso de Tudela

La historia de las ciudades puede abordarse, por tanto, como un relato de los diversos hitos que han condicionado su desarrollo. Este curso nos invita a detenernos, observar y analizar aquellos hitos que han sido significativos y siguen teniendo consecuencias: aciertos y fracasos en el desarrollo de nuestra ciudad.

Recientemente, el Humilladero restaurado ha captado la atención de los medios, pero, como ocurre con la propia historia, ha sido rápidamente superado por la necesidad cotidiana de aportar nuevas noticias sobre la ciudad. Ahora, el enfoque se dirige hacia el proyecto del espacio culinario en San Nicolás o la ubicación de la nueva estación del Tren de Altas Prestaciones. Cada noticia entierra a la anterior, dejando poco tiempo para reflexionar sobre sus ideas, acciones y, por supuesto, sus consecuencias.

Los hitos se van actualizando permanentemente. Sin embargo, su importancia tiene relación directa con la propia escala de su acción, y esta acción es más compleja cuanto más extensa y complicada ha sido su ejecución. En el caso de Tudela, probablemente sea el puente sobre el Ebro el primer hito fundacional de la ciudad. Y podemos darnos cuenta de cuántos años -siglos, incluso- ha tardado en ser realidad el segundo cruce del río, apenas una legua aguas abajo. Incluso los límites administrativos de la propia Comunidad Foral de Navarra deben su singular contorno a la inclusión de de la Ribera, que no es otra cosa que la formalización en el territorio del hito del puente.

Mientras, seguimos esperando noticias sobre la nueva estación ferroviaria sin dejar de mirar a la antigua/actual, la intermodal, unida a la de autobuses, algo que acabó entretejiendo a Tudela con su entorno inmediato y le dio más sentido aún a su vocación de centro y cabecera comarcal.

En definitiva, el curso se acercará a todos los hitos que, con sus aciertos y fracasos, han ido conformando la ciudad que conocemos, en la que muchos de nuestros mayores ya no se reconocen y cuyos digitalizados límites verán nuestros hijos.

Pensamos que esta es una manera distinta de volver a recorrer el urbanismo de Tudela pero de una manera amena y, sin embargo, igual de historiográfica. Porque en el fondo el interés es aportar nuestras reflexiones en aras de aumentar el criterio analítico de los estudiantes.

  • Lugar: UNED Tudela
  • Fecha y hora: Del 12 de febrero al 14 de mayo de 2025
  • De 10:30 a 12:30 h.
  • Evento difundido a través de la Plataforma AVIP que recibe el soporte técnico de INTECCA
  • Más información.

10-02-2025 – Fomentadores, contrabandistas, corsarios y negreros en Galicia. Siglos XVII-XIX. o; desmontando mitos sobre los catalanes

Hasta la actualidad la Historiografía gallega, y española, vino situando la llegada de los fomentadores, como ellos mismos se autodefinían, catalanes a las costas gallegas hacia mediados del Siglo XVIII. Del mismo modo, siempre se nos ha hablado de la actividad pesquera y la salazón de la sardina como la causa fundamental de esa arribada. Pero de las investigaciones de Carmona en los años 80 del siglo pasado y las más actuales para el Cantábrico gallego, mar nunca estudiado en esa citada Historiografía, de Leal, cabría deducirse que hay mucho mito en todo lo indicado y que realmente, los de Cataluña habrían llegado un siglo antes y no, precisamente, con la pesca y su transformación como objetivos fundamentales, sino con el tráfico de vinos y aguardientes.

Instalados en nuestras costas, habrían de desarrollar mucha más actividad económica que la derivada de la pesca y la salazón de sardina, entre ellas aquellas derivadas del contrabando, el corso o la trata de negros.

Por otro lado, la mujer ha sido la gran olvidada en esta historia marítima y, muy lejos de dedicarse sólo a las tareas domésticas, remendó y elaboró redes, descargó y vendió pescado, cargó cajas de sardinas y otras

mercancías, marisqueó, cultivó el terruño, elaboró lienzos de lino y, sobre todo, fue madre, con una magnificada historia de violencia contra su persona a sus costas.

Lejos de estos roles tradicionales, fue mucho más; gobernó los negocios de la pesca y el salado, los navieros y, en general, se comportó como una gestora mucha más eficaz que su marido en estas lides.

  • Lugar: UNED Pontevedra
  • Fecha y hora: Del 10 de febrero al 19 de mayo de 2025
  • De 18:00 a 20:00 h.
  • Evento difundido a través de la Plataforma AVIP que recibe el soporte técnico de INTECCA
  • Más información.

10-02-2025 – Una herencia complicada: de Felipe II a Felipe III (1598-1601)

Los llamados “estados dinásticos” (Richard Bonney) del Antiguo Régimen cifraban el ciento por ciento de su continuidad en la simple existencia de uno o varios herederos del monarca reinante. Por lo general el sistema funcionaba sin contratiempos, haciendo depender su continuidad de la biología. Sin embargo, podían sobrevenir momentos en los que la supervivencia de la dinastía amenazaba peligro. Se abría entonces un abanico de escenarios de lo más variopinto. La dinastía podía extinguirse y ser sustituida por otra mediando o no un acuerdo al respecto. En 1603 la sucesión de la dinastía Tudor al trono de Inglaterra se pactó dando entrada a la escocesa Estuardo. Pero la ejecución de Carlos I en 1649 dio paso en lo inmediato a un régimen republicano que sólo más tarde salió de la escena mediante la restauración de los mismos Estuardo. Este proceso, a su vez, se vio interrumpido por la llegada de una dinastía foránea que la clase política prefirió a la nativa. Este modus operandi ha llegado en la Gran Bretaña hasta nuestros días.

No es infrecuente que las transiciones dinásticas devengan en conflictos civiles. Tanto Francia como Inglaterra disponen de un sangriento catálogo de tales episodios. La Francia de la segunda mitad del siglo XVI constituye un paradigma en tal sentido, ribeteado, por lo demás, de tres magnicidios. Con sangre se impuso la casa de Trastámara a la de Borgoña en Castilla, y una guerra civil siguió a la instalación de los Habsburgo propiciada, a su vez, por un contencioso dinástico. Circunstancias similares se reprodujeron en 1700 (Habsburgo vs Borbones).

La sucesión de Felipe II no fue precisamente un baile de debutantes. El monarca tuvo cuatro esposas que le dieron once hijos. Pero en 1597, tras la muerte de la princesa Catalina Micaela, el futuro de la dinastía descansaba en otra princesa ya entrada en años, y a la que estaba costando trabajo encontrar marido, y un príncipe de complexión “fort délicat” (según el embajador de Francia) y nula preparación para el cargo.

El escenario causaba preocupación, y venía trufado además por una serie de circunstancias harto preocupantes: a) la guerra con Francia desatada en 1595; b) la bancarrota de 1596; c) el ataque a Cádiz del mismo año; d) la perpetuación de la guerra de Flandes; e) la peste que arrasó Castilla de norte a sur de 1596 en adelante; f) el envilecimiento de la moneda; g) la resistencia de las Cortes y las ciudades; etcétera.

El país precisaba un repaso de pies a cabeza, y desde luego la mutación en el sistema de gobierno se percibió en los primeros años del nuevo monarca, sin excluir una crítica al pasado, que no desdeñó el uso del vocablo tiranía. El viejo rey pergeñó en sus últimos meses de vida un plan dinástico que pretendía dar salida a los principales problemas que acosaban tanto a la dinastía como a la propia monarquía. Las bondades de dicho plan se revelaron, a la postre, harto dudosas. En general puede afirmarse que la Monarquía salió debilitada tras el tránsito. La política exterior se complicó sobremanera; el sistema fiscal se escapó en gran medida al control del soberano; el régimen de valimiento debilitó la propia figura de los monarcas…

  • Lugar: UNED Pontevedra
  • Fecha y hora: Del 10 al 17 de febrero de 2025
  • De 19:00 a 20:00 h.
  • Evento difundido a través de la Plataforma AVIP que recibe el soporte técnico de INTECCA
  • Más información.