CV – 21-09-2021 – Las mujeres que construyeron Roma

Es indudable que, en la historia de la humanidad, la mujer ha tenido un papel de primera línea, ignorado o despreciado, que poco a poco ahora vamos descubriendo y poniendo en valor. Un caso muy especial fue su intervención, directa o indirecta en los orígenes remotos, fundación, evolución y consolidación de Roma, la potencia dominadora del Mediterráneo durante más de seis siglos, desde el final de la Segunda Guerra Púnica en el 202 a.C., hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 a.C. Para conocer esa participación de la mujer en la historia de Roma, es imprescindible remontarnos a la leyenda y como una guerra, desencadenada por una mujer, Elena de Troya, puso en marcha un periplo que desembocó en la fundación de Roma unos siglos después. A partir de ese momento, y todavía entre el mito y la historia, mujeres como Acca Larentia (la nodriza de Rómulo y Remo), Tarpeya y las sabinas, traidora a los suyos la primera y capaces de olvidar el delito cometido con ellas las segundas, lo que contribuyó a consolidar la recién fundada ciudad; Tanaquil una etrusca que ayudó a llegar al trono a su marido Tarquinio el Antiguo y a acceder al trono, tras la muerte de este, a uno de los reyes más importantes y significativos de Roma, Servio Tulio y, finalmente, Lucrecia causante indirecta de la caída de la monarquía. Desde ahí un salto de más de tres siglos para llegar a Cornelia, hija de Publio Cornelio Escipión el Africano Mayor, esposa de Tiberio Sempronio Graco, y madre de los tribunos de la plebe de mediados del siglo II a,C. Tiberio y Cayo Graco, modelo de madre y esposa y protectora de la cultura. De nuevo un salto, al principado de Augusto, y la importancia de su esposa Livia, que desde la sombra fue capaz de, en muchas ocasiones, orientar a su marido y las princesas Julio Claudias, rodeadas de intrigas y escándalos. Tras ellas, muchas de las esposas de los emperadores tuvieron un papel destacado, comenzando por Flavia Domitila la Mayor, esposa de Vespasiano, pasando por Plotina, la esposa de Trajano, Vibia Sabina, esposa de Adriano, Faustina la mayor y Faustina la Menor, esposas de Antonino Pio y de Marco Aurelio respectivamente, las Julias, Julia Domna, esposa de Septimio Severo y Julia Mesa y Julia Mamea, para llegar a Teodora, sin duda una de las mujeres más importantes de la Tardo Antigüedad. Pero no solo trataremos mujeres relacionadas con el poder, también veremos como fueron moneda de intercambio en la alianza entre familias, sirvieron a los intereses de Roma dando estabilidad al ejército, formaron parte del tejido empresarial, entretuvieron a los romanos actuando como gladiadoras y actrices, les sirvieron como esclavas y hasta tuvieron la potestad de condonar penas de muerte ingresando en el sacerdocio como vírgenes vestales, pero también sirviendo en otros sacerdocios.