16-12-2020 – El Proyecto antibullying: Tresgallo-Bullying-Cero

Esta conferencia está destinada a presentar el Proyecto antibullying: “Tresgallo-Bullying-Cero”, como experiencia de orientación, identificación y erradicación del acoso escolar, impulsado y desarrollado por el profesor Emilio Tresgallo.

Durante la conferencia se expondrá la génesis, objetivos y valores promovidos en este proyecto, así como la experiencia de más de 15 años de investigación y trabajo en esta materia. El proyecto “Tresgallo-Bullying-Cero”, tiene como finalidad, erradicar el acoso escolar, para mejorar la situación personal, escolar y psíquica de las víctimas, al igual que el sufrimiento de sus familias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) (2004) realizó un ranking con 35 países, teniendo en cuenta los porcentajes de acoso escolar. Dicha organización, señaló que Suecia ocuparía el primer puesto con el menor porcentaje de bullying 12%, Finlandia, el 4º lugar con el 16%, España figuraba en el 19º puesto con el 24%, Canadá, el 23º con el 30%, Estados Unidos, el 22º con un 29%, Alemania, el 25º con un 32%, Portugal, el 29º con un 36%, Letonia, el 34º con un 42% y finalmente, Lituania, el 35º con un 63% (Tresgallo, 2011a, p. 118).

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO-IEU) (2018), uno de cada tres alumnos adolescentes (13-17 años), sufren acoso escolar en el mundo. Dichos datos, están basados en una encuesta a nivel mundial de 42 países. «La facilidad con la que nuestros hijos/as y alumnos/as acceden al mundo de la información y la comunicación, valiéndose de las redes sociales, es evidente. Mediante las mismas, pueden sufrir múltiples victimizaciones como el cyberbullying. Por este motivo, se hace necesaria una intervención de las nuevas generaciones, mediante la información, orientación y el acompañamiento» (Tresgallo, 2011c, p. 51).

«Las víctimas como sufridoras, guardan celosamente, el enorme problema que viven y acarrean, soportando día y noche, los rigores del durísimo azote del maltrato entre iguales. Por ello, necesitan comunicar su tormento y la mayoría no lo hacen» (Tresgallo, 2020, p. 82).