19-10-2021 – Los libros de mi vida como herramienta de memoria emocional

Borges decía: “De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso, sin duda, es el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo, el microscopio y el telescopio son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de su voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación”

Los libros forman parte de nuestras vidas: los libros sensoriales que estimulan al bebe en el tacto, la vista y el oído, los libros de cuentos que nos adentraban en un mundo de fantasía antes de ir a la cama, aquellos que nos enseñaron a leer, a descubrir la geografía del mundo y las historia de nuestros antepasados, los que ayudaron en nuestro crecimiento personal en horas de flaqueza, los que nos acompañaron en aquel viaje de tren interminable o nos sirvieron de evasión tumbados en la arena de aquella playa. Aquellos que contenían los poemas que convertían en bellas palabras lo que nuestro corazón balbuceaba, aquellos que nos hicieron descubrir el coraje y la valentía de grandes personajes y grandes hazañas, o los que hicieron posar nuestra atención y nuestro cariño en imágenes poderosas de pequeñas gentes y vidas cotidianas.

Los libros son maestros, compañeros, pero también son memoria y alimento del alma. Por ahí se oye: Dime con quién andas y te diré quién eres. En otros foros se escucha: Somos lo que comemos. Hoy desde aquí me atrevería a decir que Somos lo que hemos leído.

Uno piensa que elegimos nuestras lecturas, que, dependiendo del tiempo disponible, la inclinación del ánimo o los gustos personales optamos por uno u otro libro. Pero, ¿quién no ha tenido alguna vez la sensación de un libro nos ha elegido a nosotros, que llega justo cuando lo necesitamos para dar respuesta a aquello que andábamos buscando: una información, una actitud, una alternativa, un camino?

A lo largo de nuestras vidas tenemos compañeros de juego, de colegio, de trabajo, de viajes, compañeros de vinos. Tenemos maestros de escuela, maestros de oficio, maestros espirituales, y maestros de libros. Pero, nos hemos parado a pensar ¿Quiénes son mis maestros en el ejercicio de la nutrición bibliográfica? ¿Quiénes son mis compañeros de lectura: aquellos que me regalan, me sugieren un libro o me sacan el billete para viajar junto a ellos en océanos de lectura?

Este taller se plantea como un espacio de auto-indagación personal (autoconocimiento) para tomar conciencia de la relación que, a lo largo de nuestro ciclo vital, hemos tenido con los libros: cuales son los temas de lectura que más nos atraen y de donde nace nuestro interés por ellos, qué autores conectan más con nuestro sentir (y de paso poner palabras a nuestras emociones), qué libros han marcado un hito en nuestras vidas, qué frases, ideas o imágenes sacadas de un libro se han convertido en estandartes o faros que han iluminado y dirigido nuestro destino existencial. En definitiva, ¿Cómo me han ayudado los libros a ser mejor o simplemente persona?.

Nombrar, recordar, reconocer y mostrar gratitud hacia los libros de nuestras vidas se convierte en vehículo para hacer balance de mi existencia y de mi crecimiento personal.

Así mismo este taller se presenta como un espacio social para compartir: una vez tengo identificados mis tesoros trazo los mapas para que otras personas que sintonicen mi misma frecuencia puedan acercarse hasta ellos y disfrutar de su brillo.

Lo mismo que los autores se desnudan ante nosotros a través de sus personajes y sus historias y generosamente nos hacen participes de lo que piensan, sienten o dudan, nosotros podemos abrir también nuestro cofre de aprendizajes y descubrimientos al bien común.

  • Lugar: UNED Valdepeñas
  • Fecha y hora: Del 19 al 26 de octubre de 2021. De 16:30 a 20:30 h.
  • Este evento es difundido a través de la Plataforma AVIP y recibe el soporte técnico de INTECCA
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